También es denominada Arco de las Orejas, porque en ella se exponían los miembros de los malhechores ejecutados por la justicia.
Estuvo emplazada en el lienzo de muralla de la medina de Granada hasta el último cuarto del siglo XIX, y entre 1873 y 1884, se inicia un proceso para su demolición. Esta puerta daba acceso a la plaza del mismo nombre centro neurálgico de la Granada nazarí que se extendía sobre el llano.
Su fábrica principalmente era de tapial, con ciertos elementos formales y estructurales realizados en piedra,
Tras un proceso de debate polémico que versó sobre la referida demolición o recuperación de la puerta, y aunque fuera declarada su estructura Monumento Nacional, al final se desmontó.
Desarmada la puerta pieza a pieza fue guardada en el Museo Arqueológico de Granada, hasta que en 1933 el arquitecto conservador de la Alhambra, Leopoldo Torres Balbás decide reconstruirla y emplazarla en su lugar actual de ubicación, en el paseo de las alamedas de la Alhambra, según se cruza la puerta de las Granadas en el lado izquierdo, inserta en el bosque. Integrada perfectamente en el Conjunto Monumental al gusto arquitectónico de la época, la "poética de las ruinas" consigue evocar al paseante desde principios del siglo XX a tiempos pasados ensoñados por la imaginación.